Nota de Katie Tunstall de la Revista Rolling Stone

La Cantante Escosesa se Presento en el Teatro Gran Rex, en su primera visita a la Argentina; crónica y fotos de su Show.

Al ver a KT Tunstall salir a escena no cualquiera pudo notar que había algo que no encajaba en su look. "Me di cuenta de que olvidé cambiarme los zapatos", fueron las primeras palabras de la escocesa que, en seguida, mostraría a todo el Gran Rex sus medias rayadas para reemplazar unas botas tejanas negras por otras blancas, más acordes a su mono cromático atuendo. Así, divertido y relajado, comenzaría el primer y único show de esta nueva revelación del folk rock británico en la Argentina.

En un primer tramo, acompañada de su banda, KT hizo un repaso por algunos de los temas de sus dos discos de estudio, Eye to the telescope (2004) y Drastic Fantastic (2007), incluido su hit "Other Side of The World". Luego, sola con su guitarra y aquel pedal mágico que significó el lanzamiento de su carrera tras su presentación en el show de Jools Holland, llegó el momento más esperado: "Black Horse and The Cherry Tree". Registrando voz, guitarra y pandereta en sucesivas grabaciones, KT logró alcanzar la solidez del tema que terminó fusionando con "Seven Nation Army" de White Stripes generando un improvisado pogo entre butacas.

"Mi español es una mierda", leyó de un papelito arrugado y continuó, entre bromas, con su repertorio que incluyó el lento "Silent Sea", de su primer álbum y dos de los cortes del segundo: "If Only" y "Saving My Face". Después de confesar que éste sería su último show antes de entrar a grabar su nuevo material, concluyó levantando a todos con "Suddenly I See", otro de sus éxitos radiales. Y, ante una audiencia ansiosa que fue calentándose lentamente (terminaron todos parados y entonando a lo indie: "¡Olé, olé, KT, KT!"), los bises se hicieron necesarios. "Universe and You", "Stoppin´ The Love" y "I Don´t Want You Now", sumados a una divertida y desprolija presentación de sus compañeros al ritmo de "That´s not My Name" de Ting Tings, marcaron el final perfecto. Potente y un tanto áspera pero al mismo tiempo dulce y distendida, la voz de KT conmovió, animó, rockeó y confirmó todos los rumores sobre sus presentaciones en vivo.